Green Smoothies para empezar bien el día

La mejor manera de comenzar el día es con una buena dosis de energía vegetal. Los smoothies verdes son fáciles y rápidos de preparar y te permiten comenzar el día con 3 piezas de fruta y verdura y muchísima fuerza. Además, son lo suficientemente saciantes como para que no vuelvas a tener hambre en algunas horas, lo que te vendrá genial si trabajas o estudias por la mañana y no puedes parar hasta la hora de comer. 

Te enseño cómo hacer un green smoothie súper-completo y delicioso en pasos muy sencillos:

1. Los greens

Puesto que vamos a preparar un smoothie verde, necesitaremos una gran cantidad de greens (comencemos a aprender vocabulario pinterest, si vamos a profundizar en esto de los smoothies), que nos darán un montón de vitaminas y otros nutrientes que necesitamos para nuestro día a día. 

Las cantidades (que mediremos en vasos llenos para no tener que estar pendientes de la báscula) varían dependiendo del que elijas, pero te dejo aquí una ligera idea:

• Espinacas: 2 vasos.
• Lechuga: 2 vasos.
• Brócoli (crudo o al vapor, no hervido): 3/4 de vaso.
• Kale (o col rizada): 1 vaso.

2. Los ingredientes

Cada fruta y verdura tiene sus propiedades y, obviamente, sus calorías, así que dependiendo de lo que tu cuerpo necesite, escoge dos ingredientes de esta lista:

Puedes utilizar cualquier otra fruta que tengas o sustituir los arándanos por cerezas, por ejemplo. ¡Sé creativo! Lo importante es que variemos los ingredientes para conseguir todos los nutrientes necesarios cada día. Como dice mi querida Maya Adam, que enseña nutrición en la Universidad de Stanford, "nuestra alimentación debe ser como un arcoiris".

En este caso las medidas son más fáciles. Con las piezas de fruta de tamaño mediano, utilizaremos una entera (manzana, pera, plátano...), con las pequeñas (arándanos, fresas...) llenaremos un vaso y con las grandes (piña, mango, melón...), las trocearemos y también llenaremos un vaso.

Añadimos a los greens en la batidora y pasamos al paso 3.

3. La base

Ahora necesitamos un líquido o un ingrediente que dé consistencia a nuestro smoothie. Si lo queremos más líquido, añadiremos agua o zumo, y si lo queremos más espeso, leche o yogur.

Yo, por ejemplo, tomo siempre leche vegetal, así que sustituyo la leche corriente por leche de arroz, de almendras o cualquier otra de origen vegetal. Con el yogur se puede hacer lo mismo.

En cuanto a las cantidades, de cualquiera de las cuatro añadiremos un vaso. 

4. Hielo y ¡a batir!

Por último, añadimos hielo picado y batimos. 

Si no tienes mucho tiempo para preparar un smoothie cada día o se te echa a perder la fruta porque compras demasiada cantidad, también puedes congelarla y añadirla directamente en lugar del hielo. A mí me funciona bastante bien con el plátano, la manzana y los frutos rojos. Incluso en algunos supermercados venden fruta congelada, que puede ser una buena solución si no tienes demasiado tiempo para dedicarle a tus smoothies mañaneros. 

Yo utilizo una batidora de este tipo y es muy cómodo. No ensucias recipientes, sólo tienes que limpiar la cuchilla y ya tienes tu smoothie en una botella ergonómica para llevártelo donde quieras. De las mejores compras que he hecho en mi vida. No pasa un día sin que la utilice. Además, es suficientemente potente como para triturar tanto hielo como la fruta congelada. 

5. Energía extra

Si necesitas energía extra y quieres tener súper-poderes para un día agotador, puedes añadir semillas de chia. Aportarán una infinidad de propiedades que ayudarán a tu cuerpo a estar en plena forma, además de provocar un efecto saciante a tu green smoothie.

También puedes añadir espirulina en polvo, que aportará un montón de proteína a tu dieta. 

¿Te unes a los desayunos sanos? Puedes compartir tus imágenes con nosotros en las redes sociales o enviándonos un email. Estaremos encantados de ver tus combinaciones ^^ 

Carla