Un buen rato por encima de todo

Imaginad por un momento que el familiar o la amiga/o que más os quiere os sorprende un día con un sobre-regalo-sorpresa. Lo abrís con cara de precisamente eso: sorpresa, en plan "¿qué está pasando aquí?" y sacáis del mismo un papel en forma de cheque que dice "vale por un salto en paracaídas". Hala, así, de repente. ¿Qué cara se os queda? Es de esas situaciones en las que no sabes si pensar si es un regalazo o una gran pu...lsación que te sube por el pecho... y, digáis lo que digáis, nunca sabréis cómo reaccionar.

Pues eso mismo hizo Carla ni más ni menos que con su querido hermano, Jose. Después de muchísimos meses trabajando duro y separada de él, decidió hacerle este regalo tan, digamos, especial. Tipo duro donde los haya, Jose no dudó en aceptar tan singular presente, aunque si que tardó algo más en digerirlo. 

¿Por qué os contamos toda esta historia? Pues porque queríamos que experimentárais con nosotros cómo es eso de tirarse desde 4.000 metros de una avioneta en marcha. Podréis encontrar vídeos de salto en paracaídas profesionales y con todo tipo de cámaras, detalles y música cañera en Youtube, pero pensamos que os gustaría verlo desde el punto de vista de un particular, sin retoques, montajes y con sonido ambiente.

En el vídeo podéis ver desde el momento anterior a subir a la avioneta (y el siempre impresionante despegue) a las instrucciones que recibe Jose de su monitor, las correcciones que realiza éste durante la caída y cómo deja que el propio Jose maneje las riendas por unos momentos para, finalmente, aterrizar. Por cierto, la chica que aparece en ciertos instantes del vídeo se llama Jessi, es la novia de Jose y posee el dudoso récord de ser una de las pocas personas que han despegado pero nunca aterrizado en un avión (podéis desarrollar vuestras teorías más abajo, en la sección de comentarios).

"Vídeo grabado por Skytime Castellón"

Impresiona, ¿verdad? Pensamos que es una experiencia triple de mentalización (especialmente en los días y horas previas), de sangre fría (estás durante casi un minuto cayendo al vacío a 200km/h) y, también, para el recuerdo, ya que no serás el mismo cuando, caminando cualquier día por la calle, mires al cielo y pienses "yo una vez estuve ahí".

Tiantian