Wallace Mangusta: entre templo y templo
Abrimos como cada día nuestro correo electrónico para responder las dudas de nuestros zorruneros y de repente ¡sorpresa!: un correo de Wallace Mangusta. Sí, sí, el mismo que no hace mucho abandonó su Escocia natal para buscar el clima mediterráneo y la buena vida. Pues resulta que nos escribe para contarnos que ha estado estos últimos días ni más ni menos que en la capital de Grecia: Atenas.
Como suele ser natural en él, Wallace nos envía algunas fotos y así sabemos qué es lo que está haciendo, por dónde anda metido y, sobre todo, qué ciudades está visitando durante sus viajes.
No sabíamos que le había gustado tanto el Mediterráneo. Seguramente por el clima, porque lo que es la dieta tampoco es que le preocupe demasiado. Mirad la foto posando en una de las muchas heladerías del ateniense barrio de Plaka:
Nos cuenta Wallace que, en Atenas, puedes encontrar restos arqueológicos provenientes de la Grecia clásica o de Roma en cualquier lugar. Se acercó a un pequeño parque a tomar un poco la sombra y se encontró con esto:
Aunque como todo buen visitante de la cuna de la civilización occidental, el señorito Mangusta no dejó de pasar la oportunidad de visitar la Acrópolis de Atenas. Allí, se enfundó su cámara fotográfica de turista y se inmortalizó junto a los famosos Erecteión, Odeón de Herodes Ático y el mismísimo Partenón. Mirad lo contento que está sabiéndose el único suricato que ha visitado la monumental construcción en los últimos 2500 años.
Las vistas desde lo más alto de la Acrópolis impresionaron mucho a Wallace, que comprobó cómo la inmensa capital griega se extendía, inmensa, bajo sus pies.
Después de un larguísimo día, decidió volver a casa en metro. Wallace tiene las piernas pequeñitas y lo que sería un paseo humano es una auténtica odisea para él, pero tiene la ventaja de ser un suricato y no pagar por el transporte. Dice que en el metro no leyó ningún cartel de "prohibido suricatos".
Al día siguiente y ya descansado, nos contó que se acercó al famoso e histórico puerto de El Pireo para tomar un ferry a la cercana isla de Egina a pasar el día. Nada más llegar a ésta, le impresionó mucho su puerto, ya que, aunque Egina es una pequeña villa marinera, se pueden ver todo tipo de embarcaciones atracadas.
Impresionado por el omnipresente azul de la isla, Wallace decidió adentrarse un poco más en ella. Hasta encontrar, en una alta colina cercana, el también famoso templo de Afaia, también con más de 2500 años de antigüedad. Su cara creemos que lo dice todo:
Otro paseo por el pueblo observando su bonita arquitectura y sus gentes, una buena merienda, y...
... de nuevo a esperar el ferry de vuelta a Atenas. Bueno, conociéndole, a Atenas o a cualquier otro lugar, porque este Wallace no para quieto. ¿Adónde creéis que se dirigirá ahora? Podéis comentar o debatir sobre su próximo destino un poco más abajo en los comentarios o en vuestras redes sociales con el hashtag #WallaceMangusta.
¿Queréis que os visite Wallace personalmente?
Echad un vistazo aquí si queréis saber cómo. En tres clicks lo podéis tener en casa para enseñarle vuestros sitios favoritos. Como suricato viajero, él estará encantado de pasar unos días con vosotros allá donde estéis.
Ya quisiera ser yo la mitad de afortubada que el señorito Mangusta, que bonico es!
ResponderEliminarMe encanta la foto del puerto de Agina, con sus bracitos cruzados como si fuera bueno el tio!
Yo también quiero un poquito de helado mmmmmmm!
A la espera de próximas aventuras, YUPIIIII! Viva Mangusta el suricato!
¡Hola Aless! Y gracias por tu comentario :) La verdad es que Wallace no se lo piensa. Nos gustaría tener noticias de él más a menudo, pero siempre anda de un sitio para otro, ¡menudo suricato está hecho! Eso sí, nos dijo que pronto nos escribiría desde un lugar que no esperaríamos, así que también, como tú, estamos a la espera de sus próximos aventuras.
Eliminar¡Un saludo! ;)