Tu Vida en 65 Minutos

Para todos aquellos que intentáis huír del cine de masas o que simplemente buscáis una película que os ayude a definir vuestro concepto de felicidad. Para ellos va dedicado este post.

Foto: http://www.stockholmfilmfestival.se/

Y es que Tu Vida en 65 Minutos (María Ripoll, Albert Espinosa, 2006) ha sido una de las películas que más me han influido, si no la que más. Igual por el momento de mi vida en el que me encontraba. O porque al salir de aquel cine me inundó la sensación de haber visto en una pantalla exactamente el libro que siempre quise escribir.

No esperéis una producción artística brutal, simplemente se trata de contar una historia que, por azar, podría ser la tuya o la mía. Y es que el azar y la muerte (como conceptos) son el hilo conductor de una historia en la que ambas ideas se entremezclan con el amor y la amistad en un día cualquiera en Barcelona. Tres amigos quedan como todos los domingos por la mañana para charlar un rato, comer e ir a ver el partido del Barça. Nada del otro mundo hasta que el bendito o maldito (eso lo decidirás tú al final de la peli) azar entra en escena.

A partir de ahí seremos testigos del transcurso del día (porque la película tiene toda lugar el mismo día) en la vida de Dani y de cómo a través de determinadas situaciones seremos nosotros los que reflexionaremos sobre nosotros mismos en una cinta que, personalmente, me ganó por la cercanía que transmite. Cercanía porque se trata de personas corrientes que tienen una vida corriente, porque se aleja de cualquier guión extraño con giros imposibles como en Hollywood, y porque nos hace meditar sobre ese maravilloso y curioso concepto llamado felicidad en las manos de unos personajes con los que nos sentiremos muy a gusto por la intimidad que transmiten y de la que nos hacen partícipes.

La mano de Albert Espinosa se deja notar, y mucho. En primer lugar porque la película está basada en una obra de teatro homónima con guión suyo, y también por esa facilidad que tiene el escritor barcelonés de presentarnos de una manera tan sencilla las preguntas de la vida más complicadas. ¡Ah!, y una de las cosas que más me gusta es que la poesía está siempre presente a través de los planos, la fotografía e incluso los diálogos. Parece mentira que una película tan simple, a través de una narrativa tan aparentemente tenue, te pueda dejar tan buen regusto.

¿La habéis visto vosotros, zorruneros? ¿Queréis verla? En cualquiera de los dos casos nos encantaría que dejárais vuestros comentarios o si os ha gustado, o incluso que hiciérais de críticos los más atrevidos.

Tiantian