The Drawing Challenge - Semana 16
¡Hola, mis pequeños saltamontes!
Durante esta semana hemos estado dibujando las cosas que no nos gustaban y además presentamos a nuestro participante fugaz, Tiantian, podéis ver su dibujo y el mío aquí.
Bueeeno chic@s, por si aún no os habíais dado cuenta, soy un poco (muy) torpe y boca-chancla. Véase anteriores meteduras de pata como el incidente de la fecha de elaboración del dibujo de Ana o del olvido de la mochila de la pobre Lara (para entender mejor y reírse de mi persona hacer click aquí y aquí). Y, sí, me ha vuelto a ocurrir. Me explico: el tema de esta semana es Lugar donde quieres ir y, como ya supondréis algunos, ya dibujé hace justo un mes algo relacionado con el actual país al que querría ir, osea, Japón. Imaginad mi cara al enterarme del tema de esta semana... Anyway, me las he acabado arreglando, como siempre, y estoy bastante orgullosa del resultado derivado de este pequeño fallo convertido en acierto (qué poético...). Os presento el lugar donde quiero ir desde hace mucho tiempo:
Ahhh, el País de las Maravillas. ¿Quién no ha soñado alguna vez en visitar aquel misterioso y fantástico mundo de nuestra infancia? Cuando descubrí que en Valencia había una cafetería ambientada en esta obra ¡me sobró tiempo para ir a verla! No obstante, debo admitir que me sorprendí (si se puede decir así) al enterarme de la historia que envuelve este cuento tradicional. En efecto, Lewis Carroll (que, por cierto, ese no era su verdadero nombre) escribió la historia de Alicia en el País de la Maravillas con motivo de complacer a una de las hijas del deán (miembro de la Iglesia) Lidell, con la cual mantenía una estrecha relación de amistad... A ver... A mí esto me empezó a inquietar cuando lo leí. Considero que ya no hace falta explicar más sobre el tema, no me gustaría banalizar una patología de tales dimensiones. Solo diré que me resulta inquietante. Perturbador.
Aun así no puedo evitar sentirme terriblemente atraída por la estética y las sensaciones que transmite esta historia. Y lo más importante: me descoloca la manera de la que se ríe de algo tan complejo y delicado como es la demencia. Es un sentimiento difícil de explicar y si se analiza esta obra se pueden encontrar muchas cosas interesantes detrás de ese velo de inocencia y simplicidad.
Vaya, vaya, al parecer mi cerebro aún no ha entendido el concepto "no te subas por las ramas". Mis disculpas si os he aburrido con otra de mis parrafadas, pero no lo puedo evitar.
Bueeeno chic@s, por si aún no os habíais dado cuenta, soy un poco (muy) torpe y boca-chancla. Véase anteriores meteduras de pata como el incidente de la fecha de elaboración del dibujo de Ana o del olvido de la mochila de la pobre Lara (para entender mejor y reírse de mi persona hacer click aquí y aquí). Y, sí, me ha vuelto a ocurrir. Me explico: el tema de esta semana es Lugar donde quieres ir y, como ya supondréis algunos, ya dibujé hace justo un mes algo relacionado con el actual país al que querría ir, osea, Japón. Imaginad mi cara al enterarme del tema de esta semana... Anyway, me las he acabado arreglando, como siempre, y estoy bastante orgullosa del resultado derivado de este pequeño fallo convertido en acierto (qué poético...). Os presento el lugar donde quiero ir desde hace mucho tiempo:
Ahhh, el País de las Maravillas. ¿Quién no ha soñado alguna vez en visitar aquel misterioso y fantástico mundo de nuestra infancia? Cuando descubrí que en Valencia había una cafetería ambientada en esta obra ¡me sobró tiempo para ir a verla! No obstante, debo admitir que me sorprendí (si se puede decir así) al enterarme de la historia que envuelve este cuento tradicional. En efecto, Lewis Carroll (que, por cierto, ese no era su verdadero nombre) escribió la historia de Alicia en el País de la Maravillas con motivo de complacer a una de las hijas del deán (miembro de la Iglesia) Lidell, con la cual mantenía una estrecha relación de amistad... A ver... A mí esto me empezó a inquietar cuando lo leí. Considero que ya no hace falta explicar más sobre el tema, no me gustaría banalizar una patología de tales dimensiones. Solo diré que me resulta inquietante. Perturbador.
Aun así no puedo evitar sentirme terriblemente atraída por la estética y las sensaciones que transmite esta historia. Y lo más importante: me descoloca la manera de la que se ríe de algo tan complejo y delicado como es la demencia. Es un sentimiento difícil de explicar y si se analiza esta obra se pueden encontrar muchas cosas interesantes detrás de ese velo de inocencia y simplicidad.
Vaya, vaya, al parecer mi cerebro aún no ha entendido el concepto "no te subas por las ramas". Mis disculpas si os he aburrido con otra de mis parrafadas, pero no lo puedo evitar.
En fin, mis pequeños saltamontes, como siempre podéis compartir vuestros dibujos a través de Facebook, Instagram y Twitter utilizando el hashtag #tdc_semana16 o eviándolos a esta dirección. Y si no os contesto o se me olvida hacer el siguiente post no pasa nada porque aquí todos estamos locos.
¡Hasta pronto!
Tus parrafadas, como dices, no son para nada aburridas. Es muy interesante la historia que da origen al libro. Y tu dibujo de la semana me ha sorprendido. Me parece decadentemente evocador. Enhorabuena :)
ResponderEliminarNo sabes lo que me anima que precisamente tú me digas que mis parrafadas no son aburridas, en serio. ¡Te quiero mucho primo! ^^
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