Hamburguesas veganas de soja, miso y wakame
¡Hola cocinitas! ¿Qué tal por vuestras cocinas?
Hoy os enseño a hacer hamburguesas veganas con un toque japonés. Podéis utilizar la receta también para hacerlas de otros sabores, os diré qué ingredientes podéis cambiar a continuación.
Necesitarás:
1 taza de soja texturizada
1 taza de harina de garbanzo
1 taza de agua
2 sobres de sopa de miso con algas wakame
Sal y pimienta
Preparación:
Primero hacemos la sopa de miso con algas wakame. Estos sobres están indicados para hacer una taza de sopa por sobre, pero nosotros queremos un sabor más intenso, así que vamos a poner dos sobres en una taza de agua muy caliente y removerlo bien hasta que no queden grumos.
Colocamos la soja texturizada en un bol grande, donde haremos toda la preparación. Añadimos la sopa y mezclamos ligeramente. Dejamos reposar la mezcla unos 15 minutos a temperatura ambiente para que la soja se hidrate con la sopa. Además de venir deshidratada, la soja texturizada no tiene mucho sabor y si no le damos sabor con especias o caldos, la hamburguesa sólo sabe a harina de garbanzo. En lugar de sopa de miso y wakame, podéis utilizar cualquier caldo o las especias que queráis. Simplemente recordad que la soja necesita hidratarse, así que si en lugar de caldo añadís especias, añadid también una taza de agua.
¡Volvemos a la preparación! Es el turno de la harina de garbanzo. Os recomiendo añadirla poco a poco mientras mezclamos con la soja, para calcular la cantidad que necesitáis. La taza que os comento arriba no es una cantidad exacta que no pueda variar. Iréis viendo cómo al añadir la harina, la textura va cambiando y es más fácil manejarla. Si nos pasamos de harina, la masa será demasiado dura y una vez cocinada no será demasiado agradable de comer. Poned harina suficiente para poder amasar y dar forma a las hamburguesas, pero no os paséis.
Una vez encontremos la textura correcta, dejaremos reposar otros 15 minutos y les daremos forma.
En ese tiempo de reposo puedes preparar una guarnición, por ejemplo. Yo las acompañé con un poco de quinoa, brócoli al vapor y puré de batata, con un poquito de salsa de cacahuete por encima.
¡Ahora podemos cocinar las hamburguesas! Las hamburguesas vegetales no tienen grasa a diferencia de las de carne, así que necesitaremos engrasar la sartén o la plancha en la que las vayamos a cocinar. Yo las cociné con aceite de coco porque soy alérgica al de oliva, pero podéis hacerlas como más os guste. Las cocinamos a fuego medio, para que el interior no se nos quede crudo y el exterior quemado. Comenzarán a tener un tono dorado parecido al de una tortilla al dorarse en la sartén. Les damos la vuelta y repetimos, añadiendo un poco más de aceite si es necesario.
- "Muy bien, Carla, pero ¿de dónde sacamos esos ingredientes tan raros?"
¡Tenéis razón! Yo también andaba algo perdida antes de ser una fanática de los herbolarios y la comida extraña. Para que os hagáis una idea, la soja texturizada la compro en el herbolario Navarro, así como la harina de garbanzo, aunque alguna vez también he encontrado esta harina en Consum, El Corte Inglés o Carrefour. La sopa de miso también la compro en Consum pero esta es la que compro y puede ser que también la encontréis en otros supermercados:
¿Qué os parece? Es algo complicado la primera vez, pero veréis como les cogéis gusto y las queréis repetir una y otra vez.
Estas hamburguesas son bastante más densas que las de carne, así que es posible que no podáis acabar un plato como el de las imágenes, a no ser que seáis Tiantian o comáis como él ^^
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